La escalada de violencia entre Israel y Palestina va en aumento. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) iniciaron una ofensiva terrestre y aérea en Gaza. Las tropas israelíes se han movilizado a la frontera en la Franja de Gaza, territorio controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), de acuerdo al portavoz de las IDF, Jonathan Conricus.
Pese a que Avi Kochavi, jefe del ejército, ordenó la movilización de tres brigadas en la frontera y el Estado Mayor de la División del Sur desplegó más de nueve mil reservistas israelíes, Hamas no tiene miedo a la invasión. Abu Obeida, portavoz militar de la yihad islámica, afirmó que más bien será una oportunidad de aumentar la captura de soldados. Mientras que Ismail Haniya, líder máximo de Hamas, llamó a hacer una cruzada por Jerusalén.
La violencia continuará en la región ya que el gobierno israelí busca venganza. El primer ministro Benjamín Netanyahu señaló que los palestinos tendrán que pagar por los ataques a su capital. Y, también, por el lanzamiento de cohetes a sus ciudades.
Netanyahu sostuvo que esto aún no acaba, las operaciones militares se intensificarán y extenderán, por ello, el primer ministro ordenó la invasión a Gaza ya que consideró que así restaurará la ley y el orden para imperar sobre la anarquía.

Por ahora, gracias su sistema antimisiles, el Domo de Hierro, Israel puede estar tranquilo. El 90% de todos los misiles que han cruzado el territorio han sido interceptados. Disminuyendo las devastaciones en su territorio.
Por otra parte, la tensión ha provocado que por el odio sectario en distintas ciudades de Israel haya enfrentamientos entre árabes y judíos. El presidente de Israel, Reuven Rivlin advirtió sobre la posibilidad de entrar en una guerra civil.
Una doble lucha a la que Israel se tendrá que enfrentar. Por un lado, los enfrentamiento en la Franja de Gaza. Y, por otro, los disturbios entre judíos y árabes. Todo se ha salido de control en la región.
Pese a la preocupación de la comunidad internacional por el conflicto, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, considera que Israel tiene derecho a defenderse.
A pesar del respaldo de EE.UU. a Israel, la administración Biden mandará a Hady Amr como enviado del gobierno para buscar una desescalada de violencia entre palestinos y judíos.

La Casa Blanca está expectante a que la diplomacia fructifique y consiga la paz. De ahí la reticencia del secretario de Estado, Antony Blinken, a la reunión del domingo del Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha sido demandado a tener una mayor implicación por parte de la Unión Europea. Además de por Noruega, China y Túnez. La UE sostiene que es el único actor capaz de ejercer presión sobre Israel, debido a que Tel Aviv se negó a aceptar la mediación de Egipto para lograr la paz con Gaza. Pero éste ha decidido mantener una postura alejada del conflicto. Seguramente, porque no quiere lacerar las relaciones con el Estado hebreo. El America is back propicia dudas.
Los incidentes dentro y fuera de Israel han molestado a las naciones árabes del Golfo. Teherán y Riad condenaron la represión contra los palestinos en las protestas y los incidentes en la mezquita de Al Aqsa. Arabia Saudí insiste lograr la Iniciativa de Paz Árabe (2002), en la que ofrecía relaciones plenas con Israel a cambio de un Estado palestino en los territorios que ocupó en 1967.
El conflicto entre árabes e israelíes está más abierto que nunca. Los Acuerdos de Abraham (2020) han carecido de resultados. En ellos, participaron Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán. Países de mayoría islámica. Este conjunto de naciones establecieron lazos diplomáticos con Israel. Mismos que sirvieron para denegar el reconocimiento de la existencia de un Estado palestino por parte de los judíos,

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también condenó los actos. Además, inició conversaciones con sus homólogos de Rusia, Jordania, Qatar, Kuwait, Argelia, Paquistán, Malasia, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, la Organización de Cooperación Islámica y el Consejo Túrquico. Todo con la mira puesta en mandar a Naciones Unidas una propuesta para enviar una fuerza de protección internacional resguarde a civiles palestinos en Israel.
Irán, que no reconoce a Israel como Estado y considera como principal obstáculo para su desarrollo nuclear, ve los enfrentamientos de Jerusalén como una oportunidad de combatir al régimen como lucha contra la opresión y el terrorismo como declaró el ayatolá Ali Jamenei. La Guardia Revolucionaria de Irán prometió facilitar armamento a la resistencia islámica y el levantamiento palestino.
A causa de este problema, el mundo se polariza ideológicamente en dos bloques. Uno conformado por la UE, EE.UU. y China, que buscan la paz. Y otro representado por los países del Golfo, Irán, Turquía y Rusia, que respaldan a los palestinos.
Israel mantendrá su rechazo a la tregua hasta que la Operación Guardián de los Muros este completa. Ésta implica la destrucción de objetivos militares en Gaza y la muerte de comandantes de Hamas.

La estrategia de asesinatos selectivos del servicio de inteligencia interior de Israel, denominado Shin Bet, ha asesinado a Bassem Issam, comandante de las Brigadas Ezzedin Al Qassam (barzo militar de Hamas); a Hasan Kaogi, responsable del servicio de contraespionaje en la Franja; y a otros jefes de unidades junto con directores técnicos de la producción y lanzamiento de cohetes.
Las hostilidades iniciaron desde el 10 de mayo. Aunque en la noche del 22 al 23 de abril palestinos se enfrentaron a la policía por una protesta de ultraderechistas israelíes que se dirigían hacia Ciudad Vieja de Jerusalén.
El pasado lunes, los palestinos acosaron a los judíos que se dirigían a rezar al Muro de las Lamentaciones. La policía israelí los combatió resultando 300 islámicos heridos. Ante estos hechos, Hamas amenazó con bombardear Israel si los agentes de seguridad no abandonaban la Explanada de las Mezquitas. Como bajo advertencia no hay engaño, la yihad islámica disparó varios misiles durante la celebración del Día de Jerusalén-conmemoración de la captura de Jerusalén Oriental por parte del ejército de Israel durante la guerra de los Seis Días en 1967-. Israel respondió a los ataques.
Aunque el origen de esta violencia procede del desalojo de familias palestinas del barrio de Sheij Jarrah en Israel debido a que colonos judíos reclaman esas tierras y propiedades como suyas.

Desde el 2014 no se habían registrado bombardeos de esta magnitud en una de las zonas de mayor tensión del mundo, el Oriente Medio.
Los ataques han dejado un saldo de al menos ciento diecinueve muertos en Gaza y ocho en Israel.
La guerra acaba de empezar. Habrá momentos de calma, porque los palestinos carecen del mismo arsenal y armamento que posee Israel. Pero ello no implica la negociación de paz. La carente profundidad estratégica de Hamas y lo estrecho de su territorio propiciará su vulnerabilidad.
Clave es el papel que tengan los Estados Unidos en el conflicto, puesto que en caso de seguir sin implicarse se corre el riesgo de que Irán refuerce a los palestinos y aumente la violencia.
Durante siete años las potencias creyeron que el conflicto había desaparecido e ignoraron las disputas palestino-israelí, ahora tendrán que trabajar para revertir esta difícil e inevitable situación.