El pasado 10 de abril fueron las elecciones presidenciales francesas de 2022, siendo lideradas por Emmanuel Macron (Juntos Ciudadanos), quien obtuvo un 27,84% del escrutinio; y Marine Le Pen (RN), quien obtuvo un 23, 15%. Esta disputa se da entre dos ideologías políticas opuestas. En primer lugar, un pensamiento relacionado con el liberalismo económico en donde el principal objetivo es la inmersión y defensa de la Unión Europea; y en segundo lugar, una política antinmigración más nacionalista que impulsa los valores franceses.

Ahora bien, ¿cuáles han sido las principales propuestas de estos candidatos? Las líneas centrales del proyecto que propone Macron se centran en temas relacionados con la defensa (donde se pondría foco a una mayor inversión en el gasto militar), la agricultura e industria (principalmente en términos de renovación de las generaciones en el sector a través de la capacitación y apoyo a jóvenes agricultores), independencia energética (para poder llegar a la estrategia de neutralidad de carbono que se estima para 2050), empleo y reforma de las pensiones (enfocado al pleno empleo durante los próximos 5 años y el aumento de la edad de jubilación hasta los 65 años) , educación (principalmente para otorgarle mayor independencia a las universidades y escuelas en términos de control de presupuestos y recursos humanos), salud (especialmente en base a las políticas de prevención y accesos a la atención de urgencia), política migratoria (para la aplicación de una política de asilo más restrictiva) y el debate sobre la eutanasia (donde la idea es firmar una convención de ciudadanos para solucionar un debate que viene desde hace años).
Por otro lado, Le Pen en términos económicos promete aumentar el apoyo a las empresas a través de las reducciones de IVA y de las contribuciones de Francia respecto al presupuesto común de la Unión Europea. Asimismo, propone la bajada de los impuestos de energía de un 20% a un 5,5%. En relación a los asuntos de empleo y jubilación, propone retrasar este último punto a los 60 años. Ahora bien, si hablamos sobre asuntos de seguridad, Le Pen le otorga una gran atención al asentamiento de la legítima defensa para los agentes de las fuerzas del orden, la creación de 25.000 nuevas plazas de prisión para 2027, la imposibilidad de reducir penas de cárcel y la inscripción de los acosadores callejeros como delincuentes sexuales, entre otros.

La posición de la candidata de ultraderecha es considerada moderada en relación a los conflictos que están ocurriendo entre Ucrania y Rusia. Considera que habrá grandes consecuencias ante el embargo al gas y petróleo rusos, pero a pesar de esto se ha demostrado a favor de las sanciones económicas al régimen de Putin.
Respecto al asunto de la migración, Le Pen tiene como objetivo impulsar un proyecto de ley que incluya en la Constitución, el control migratorio, la prioridad nacional y la primacía del derecho francés frente al europeo e internacional.
Por último, entre las propuestas medioambientales, la candidata de ultraderecha desea paralizar todos aquellos proyectos que se encuentren relacionados con la energía eólica y relanzar los sectores tanto hidroeléctricos como nucleares al igual que el fortalecimiento de inversiones en hidrógeno.
Teniendo en cuenta estas propuestas, se puede decir que los dos candidatos principales son Macron y Le pen pero también es real que la derrota de Mélenchon (luego de haber quedado tercero representando a Francia Insumisa con 22% de los votos), puede ayudar a la captación de votos de estos dos candidatos ya que ese porcentaje representa aproximadamente a más de siete millones de votantes.

También es importante mencionar el acontecimiento ocurrido el 19 de abril en el gran debate electoral entre ambos candidatos, ¿quién ha ganado?.En artículos de opinión de periódicos como El País, nos encontramos con distintos puntos de vista. Algunos politólogos consideran a Le Pen como la ganadora del mismo. El objetivo de los debates en estos casos es poder captar la mayor cantidad de abstencionistas posibles por lo que, esta candidata a logrado moderar sus propuestas más controvertidas ya que en vez de abogar por una salida completa de Francia de la Unión Europea, ha decidido simplemente criticar algunos programas emitidos por el organismo internacional sin expresar decisiones extremistas como en el pasado. Por otra parte, se critica la arrogancia de Macron dificultando sus posibilidades de movilizar a los abstencionistas para captar una mayor cantidad de votos.
Otras opiniones se centran en el triunfo de Macron gracias a sus críticas a Le Pen respecto a su dependencia económica con el Kremlin, su postura en relación con Europa y su escepticismo sobre el clima. Se considera que se sabía que el convencimiento de Le Pen respecto a los votantes de candidatos como Mélenchon que tienen un carácter más obrero y popular. Igualmente, se admite que la candidata ha tenido una postura más cercana y presidencial pero a pesar de esto, se ha notado un equilibrio que beneficia al actual presidente francés.

Siguiendo este asunto, es necesario tener en cuenta que las elecciones francesas terminan influenciando no solo a la política nacional del país en cuestión sino que también a los países europeos ya que hay un combate entre una ideología demócrata que considera que la fuerza nacional francesa se amplía en una Unión Europea autónoma, mientras que por otro lado se impulsa una ideología de extrema derecha mucho más nacionalista que se pone por encima del ordenamiento europeo. Asimismo, el rol que tiene actualmente Francia en la región es de gran importancia ya que se han adentrado, en los últimos años, en impulsar una mayor solidaridad europea considerando que una Europa fuerte no limita las soberanías nacionales de los países miembros de la región.
Actualmente, desde el lado de la Unión, en vez de recortar gastos en medio de una crisis se está invirtiendo en nuevas tecnologías, una defensa europea mucho más sólida, justicia social con un futuro más sostenible. Por lo que para poder seguir manteniendo la prosperidad y bienestar de la Unión necesitan seguir teniendo el apoyo francés.
Tomando los sondeos realizados en el país en los últimos días se estimaba que Macron iba a ser el candidato reelegido pero que la ventaja sería inferior a lo que fue hace cinco años. Asimismo, según las primeras proyecciones de Ipsos se estimaba que Macron obtendría un 58,2% mientras que Le Pen solo conseguiría un 41,8% de los votos.

Finalmente, luego de varios días de especulaciones, sondeos y debates el pueblo francés tomó una decisión el 24 de abril con Macron como vencedor de estas elecciones francesas presidenciales. El mismo será considerado como uno de los pocos en ganar la reelección junto con De Gaulle, Mitterrand o mismo Chirac.
Se estima que parte de su éxito y victoria ha sido debido a la lucha de los franceses contra la ultraderecha, por lo que algunos lo pueden llamar como un triunfo más agridulce debido también al porcentaje obtenido por Le Pen y el alto número de personas que han decidido no votar en las mismas (ha sido el número más alto en los últimos 50 años). Esto ha sido un detalle que ha demostrado el descontento de una gran parte de la población. Por esta razón habrá que ver si los cambios que ha prometido mejoran el rumbo del país.
Para Europa, este resultado refleja una garantía del status quo para la continuación del proyecto europeo y la posición de la Unión Europea respecto a la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque es verdad que la pandemia y la gestión por parte de Macron han generado un gran malestar en el pueblo francés. Es por esto que muchos dudan ahora sobre qué tipo de actitud mostrará el presidente a partir de su reelección, ya que debería de tomar una postura mucho más cercana y humilde con los ciudadanos, gobernando para todos los franceses y tomando en serio el malestar existente que hay en la población.
